Restaurante asador en Pamplona

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SIDRERÍA ASADOR MARTINTXO es un espacio familiar fundado en los años setenta que apuesta por una cocina sincera, basada en el producto y el fuego. En el corazón de este restaurante asador en Pamplona, se eligen directamente carnes, mariscos, pescados y verduras sin pasar por intermediarios. La parrilla es el eje de su propuesta, acompañada de una bodega con vinos de distintas regiones y países.


Donde la parrilla se convierte en lenguaje propio del territorio

La parrilla no es solo una técnica, sino un modo de honrar lo que se elige con paciencia. Aquí, las piezas seleccionadas se cocinan sin artificios, dejando que el humo hable por sí solo. Las carnes rojas maduradas y los pescados del día dialogan con brasas intensas que evocan campos, mares y fogones de infancia.


Carnes a la brasa y productos del mar con origen trazable

Lo que llega a la mesa ha pasado antes por la mirada exigente de quienes conocen el producto de temporada. Desde verduras de huerta cercana hasta txuletones elegidos con mimo, todo responde a una coherencia invisible que huele a honestidad. El pescado se obtiene sin pasar por lonjas anónimas; el marisco no viaja de manos en manos.


Experiencia sidrera en un ambiente auténtico con alma popular

Más allá de lo gastronómico, la experiencia sidrera aquí convoca a la reunión. El txotx es más que una acción, es el momento en el que lo social y lo líquido se entrelazan. Quien cruza esta puerta encuentra dos espacios: el de la celebración y el de la introspección, como dos pulsos que marcan el ritmo del encuentro.


Sidra natural, bodega propia y tradición embotellada

La bodega y la almazara son extensiones del comedor. El vino acompaña, pero es la sidra la que guía las conversaciones, una bebida que une generaciones, estaciones y costumbres.


Celebraciones que se sienten hechas a medida

En los salones de este lugar, las celebraciones no siguen un guion estándar, porque cada encuentro encuentra su forma. No importa si se trata de una comida íntima o de una reunión amplia, todo fluye en torno al calor, sabor y a los pequeños rituales que convierten lo cotidiano en significativo.


Espacios diferenciados que respetan el ritmo del comensal

El salón del restaurante invita a una experiencia más pausada, mientras que el área de la sidrería vibra con energía más festiva. No es solo cuestión de decoración, sino de atmósfera, ya que cada espacio tiene su pulso y saber escogerlo también forma parte del arte de disfrutar.


Cocina vasca tradicional con productos frescos y carta extensa

 La cocina es vasca, sí, pero sobre todo es libre. Su carta permite explorar con calma, desde entrantes de temporada hasta elaboraciones que dan espacio al producto.


Carta de temporada basada en la cercanía y el sabor real

Cambiar con la estación no es una moda, es un principio, por eso, la carta vive en movimiento constante, siguiendo el calendario de la tierra. Eso asegura frescura pero también emoción, nunca se sabe lo que vendrá pero se confía en quien lo prepara.

Siente el sabor del fuego directo y la hospitalidad sin filtro. Contáctanos y reserva tu mesa y déjate llevar por una experiencia que no necesita adornos.